El discurso del Rey: Una historia motivadora
e inteligente.
Sebastián
Lindner.
Este
fin de semana largo Olavarría tiene una nutrida cartelera con películas para
todos los gustos. Una de acción y terror con Nicolás Cage alias “el actor que
se niega a ser pelado” (Infierno al Volante), una dramática
con toques góticos y oscuritos protagonizada por la siempre hermosa Natalie
Portman (El cisne Negro), una de dibujos animados con mensaje ecológico
de trasfondo (Las aventuras de Sammy) y la recomendada y multipremiada: “El
discurso del Rey”.
Con
respecto a “El discurso del Rey”, podemos enumerar todos los premios que ganó
(Oscars, BAFTA, globos de oro, etc.) pero nos quedaríamos sin espacio para
comentarla. Y esa no es precisamente nuestra intención.
Hay
que felicitar a su director, el señor Tom Hooper, que tiene más experiencia en
TV que en cine, por lograr que un drama histórico británico por fin entretenga
y mantenga al espectador precisamente expectante por ver que sucede a
continuación.
La
película cuenta con un reparto impresionante: Collin Firth como Jorge VI del Reino
Unido, Geoffrey Rush como Lionel Logue, Helena Bonham Carter como Elyzabeth
Bowes Lyon, Guy Pearce como Eduardo VIII y muchos otros excelentes actores.
Jorge
VI tiene que vencer su tartamudez con la que lucha desde los 5 años de edad y que
le complica la vida a la hora de dar discursos públicos. Siempre a la sombra de
su hermano, Eduardo VIII, mucho más carismático pero con poca disposición a
cumplir con el protocolo que se le exige a un Rey, Jorge debe enfrentar
finalmente su impedimento en el habla cuando su hermano abdica al trono. En
este momento es cuando entra en pantalla el gran Geoffrey Rush en el papel de
Lionel Logue, un terapeuta del habla bastante poco ortodoxo.
Y a
partir de aquí asistimos a un emocionante duelo actoral entre Firth y Rush que
nos llevan por una vibrante historia de superación, con excelentes diálogos,
ironía, delicadeza y mucha “flema británica”.
Resumen
en una palabra: Imperdible.
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