Festival Internacional de Cortos de
Olavarría
Hasta el año que viene.
Por Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial
para El Popular.
Siempre termina
siendo una experiencia gratificante darse una vuelta por el F.I.C.O (Festival
Internacional de Cortos de Olavarría). 175 cortos se presentaron para
participar del festival en un comienzo, y vinieron de todos lados: China,
Polonia, Eslovenia, Portugal, Uruguay, Italia, Perú, Estados Unidos, Serbia,
México, Turquía, Alemania y por supuesto también muchos argentinos. Un trabajo
enorme, conflictivo y muy difícil elegir cual queda y cual no. 24 cortometrajes
de esos 175 iniciales fueron elegidos para ser evaluados por un jurado de
primer nivel compuesto por el realizador Gabriel Arbós, el sonidista Horacio
Almada y la montajista Laura Bua. Y cuatro fue el número final de cortos
ganadores (más 3 menciones especiales).
El premio al Mejor
Documental fue para el film “Boteros”, de Martín Turnes (CABA, Argentina). El premio a Mejor Ficción se lo llevó “Campo de
batalla” de Fran Casanova (Madrid, España). Premio a Mejor Animación:
“Luminaris” de Juan Pablo Zaramella (CABA, Argentina) y el premio al Mejor
Corto Local fue para el documental “Madurando la huella” de Marina Schucky (que
competía con otros cuatro cortos de ficción).
Hubo talleres,
videoclips musicales, pinturas en exposición, mimos, un bar, mucha gente que
pasó, curioseó y se quedó a mirar historias proyectadas por un cañón en una
improvisada sala de cine delimitada por cortinas. Cortinas como no hay más en
los cines. Cortos como pocas veces se pueden ver en Olavarría.
Entre ellos se
destacó especialmente “Esa Mujer” de la realizadora local (radicada en Capital
Federal) Lucía Casado Pagano. Uno de los últimos en proyectarse que se llevó
muchos aplausos del público presente. Y con una historia muy fuerte, bien
contada y muy bien filmada. Basado en una historia conocida por muchos, tal vez
uno de los textos más emblemáticos sobre Eva Perón: “Esa Mujer” de Rodolfo
Walsh. En él, el autor narra la conversación entre un hombre que busca un
cadáver y un coronel que lo ha escondido. Preguntas y respuestas, caras
transpiradas en un ambiente opresivamente oscuro, nervios de punta y una idea
que ronda la cabeza de todos pero nadie la expresa en palabras. Todo está
sobreentendido. Eso es un buen cortometraje.
El corto fue
realizado por el colectivo de cine militante Silbando Bembas. Y representando al mismo charlamos con Lucía
Casado y Lucas Da Rocha, dos partes de un total de 6 personas “donde cada uno
aporta lo que puede, con financiación propia o subsidios del INCAA. Más difícil
todavía cuando se trata de ficción” nos decía Lucía.
Desde el contenido
del corto se nota que hay una fuerte tendencia militante. “Todos habían leído
el cuento de Rodolfo Walsh -Esa Mujer- y a todos les pareció que era muy
visual, digno de llevarlo a una pantalla para mostrar esa tensión que cuando
uno lee ya está imaginando en pantalla”. Adaptar la historia desde el guión
para el formato audiovisual no fue tarea fácil.
“Este corto fue
hecho a pulmón por un grupo de personas que entienden al cine de manera
colectiva. Todos hacen todo, con igualdad de voz y voto. El rodaje del corto
llevó 5 días y el montaje llevó bastante más tiempo, más teniendo en cuenta que
el corto se iba haciendo en los tiempos libres, mientras tanto los integrantes
del colectivo hacían otras cosas” nos contaba Lucas Da Rocha mirado atentamente
por su compañera.
Y eso hacían todos,
se dedicaban a trabajar en cortos institucionales, videoclips para bandas, etc.
Todo para generar dinero desde otros trabajos para después poder volcarlo a
este tipo de producciones. El próximo proyecto es un documental que piensan
tener listo para fines de junio, principios de julio. Una mirada política al
respecto del rol de los medios de comunicación en la actualidad. Y lo van a
hacer de la misma manera, a pulmón. Como se hace el cine que vale la pena.
Habrá que esperar al próximo F.I.C.O.
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