Cine: “Sin límites”
Las
Pastillas del escritor.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
La ciencia siempre nos dijo
que usamos sólo un porcentaje bastante mínimo de nuestro cerebro. Y lo que la
ciencia no nos dice, es usado por la ciencia ficción para argumentos de
películas. En este caso, la historia de “Sin Límites” pasa por una simple, pero
a la vez compleja pregunta: “¿Qué pasaría si pudiéramos usar el 100% de la
capacidad de dicho órgano?”.
En esta película de suspenso
farmacológico, nuestro protagonista Eddie Morra (Bradley Cooper, el flaco
“fachero” de “La resaca” 1 y 2) es un escritor que no puede publicar. En
realidad, ni siquiera puede terminar de escribir su único y autoproclamado gran
libro. No la está pasando nada bien, vive en una pocilga, no tiene dinero y
para colmo, su novia que lo viene manteniendo económicamente, lo abandona (con
fundadas razones). Todo va mal para el pobre de Eddie, hasta que se encuentra
con un ex cuñado (Eddie ya estuvo casado en el pasado, pero no importa para la
historia) que, viéndolo en un estado deplorable, le da para que pruebe una
droga experimental llamada NZT-48.
Por supuesto que nuestro
protagonista la prueba. Inmediatamente su vida da un giro de 180 grados. Apenas
toma la pequeña píldora (como la pastilla azul de “Matrix”), Eddie es capaz de
aumentar, de una manera increíble, su potencial, su sentido de la observación,
su inteligencia, su capacidad de adelantarse a los acontecimientos, su energía,
su memoria y hasta su capacidad de seducción. Y aprovechando esta situación,
termina de escribir su libro, conoce gente de mucho poder e influencias, escala
socialmente, gana mucho más dinero, olvida a su ex novia entre las sábanas de
hermosas modelos, viaja por el mundo, su vida es un hermoso sueño.
Pero como suele suceder,
cuando los sueños son tan perfectos y tan fácilmente asequibles, las pesadillas
también pueden hacerse realidad de la misma fácil manera. Rápidamente los
efectos secundarios e indeseables de esta droga experimental comenzarán a
hacerse sentir. Y el principal y más importante problema será conseguir el
“dealer” para esta nueva y desconocida droga una vez que se haga indispensable
para el éxito laboral y social de Eddie. Especialmente cuando ingrese en su
vida el multimillonario Carl Von Loon (un bastante poco aprovechado Robert De
Niro).
La película se convertirá en
un viaje de alta velocidad donde todo pasará de manera demasiado veloz. El
cerebro del protagonista va a mil por hora y el espectador deberá hacer el
esfuerzo de acompañarlo a la misma velocidad. Visualmente quedará plasmando
desde los recursos fotográficos que son aplicados para activar esa sensación.
El film pivotea en dos paletas de colores, un tono para la vida normal, gris y aburrida
del protagonista (sin la droga) y otro brillante y con muchos colores cuando
usa la droga (acompañado de una música muy acorde a lo que debería estar
sintiendo el personaje).
Una película con mucha
influencia de “Inception” de Christopher Nolan (algo positivo, por supuesto)
con un buen trabajo de dirección de Leslie Dixon
(The Thomas Crown Affair, Pay it forward) que sabe guardarse una carta
importante que sólo será descubierta al final, como en un buen partido de
truco.
Resumen en pocas palabras:
Para ver totalmente sobrio. Aceptada sólo la pastilla “media hora”.
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO: “Limitless”
GÉNERO: Thriller
PAÍS: EE. UU. 2011.
DIRECCIÓN: Neil Burger
GUIÓN: Leslie Dixon, basado en la novela de Alan Glynn.
ELENCO: Bradley Cooper, Robert De Niro, Abbie Cornish, Andrew Howard, Anna Friel, Robert John Burke, Brian Anthony Wilson, Tomas Arana.
DURACIÓN: 105 minutos.
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 16 años.
CINE: Salas Walmart.
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