Cine: “Conan: El Bárbaro”
Tiempo
de espadas y lindas mujeres.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
Muchas cosas y mucho tiempo pasó para
que finalmente el personaje literario creado originalmente por Robert Howard vuelva
a la pantalla grande. Estudios que se pelearon por quien haría la película,
directores invitados que finalmente no se quedaron con el laburo (como es el
caso de Robert Rodríguez o los hermanos Wachowski), peleas por los derechos
(que todavía continúan), retrasos y conflictos de producción, enojos varios y
mucha gente que se bajó del proyecto.
Hasta que finalmente, después de 7 años, la productora Paradox llevó el
guión a Millenium Films, y Marcus Nispel (Pathfinder, 2007) se sentó en la
silla de director para hacer la película.
Y “Conan: el Bárbaro” comienza con el
nacimiento de nuestro personaje principal (Jason Momoa, norteamericano de
nacimiento, pero que tiene más pinta de rugbier neozelandés) en pleno campo de batalla, bañado en sangre y
violencia desde su primer respiro. Conan, el cimeriano, heredero al trono de
los Bárbaros, aprende desde chiquito el arte de la batalla y se nota que le
encanta. Pero no puede con el mercenario Khalar Zym (Stpehen Lang) que invade
la tierra de su padre (Ron “Hellboy” Pearlman) buscando un hueso que es parte
de una mística y poderosa máscara y deja al pobre de Conan huérfano y obligado
a vagar por el mundo sin familia ni hogar. Y se convierte entonces en un
guerrero solitario en busca de venganza.
A pesar de ser una película pensada
originalmente para el formato 3D, la verdad es que conviene verla en 2
dimensiones para que mantenga el espíritu de cine “B” de las anteriores
versiones de Conan protagonizadas por Arnold “quebracho” Schwarzenegger que
llegaron, precisamente por esa razón a convertirse en películas casi de culto.
Con una buena performance de Jason
Momoa (el Khal Drogo de “Game of thrones”) que entrenó durante meses para
conseguir la musculatura adecuada y que supera por mucho la actuación de su
predecesor (lo que no es muy difícil, claro), representando el lado más oscuro
y salvaje del ser humano y aun así despertando simpatía en los espectadores. Un
muy buen trabajo de Nispel (su director), especialmente al recrear la “era
Hiboria”, muy influenciado por los comics y con un excelente vestuario y
ambientación. Una actuación memorable de Rose Mcgowan, como la manipuladora e
incestuosa hija de Khalar Zym. Todas cuestiones que logran hacernos olvidar en
las casi dos horas que dura, de un guión bastante pobre, para una historia que
puede dar mucho más. “Conan: el Bárbaro” es una entretenida película para
disfrutar en la comodidad del cine.
Dicen que Momoa, que ya tiene algo de experiencia
dirigiendo y como guionista (tiene en su haber el corto: “Brown bag Diaries:
Ridin´ the blinds in B Minor) se encuentra escribiendo un libro para una
posible secuela. Esperemos que (en caso de que se lo acepten) esta vez se le dé
un poco más de importancia a la historia.
Resumen en pocas palabras: Recomendable para los treintañeros
que se divirtieron mucho con la original.
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO: “Conan: El Bárbaro (3D) (Conan: The Barbarian)”
GÉNERO: Acción, Aventuras, Fantasía.
PAÍS: EE. UU. 2011.
DIRECCIÓN: Marcus Nispel
GUIÓN: Thomas Dean Donnelly y Joshua Oppenheimer
PRODUCCIÓN: Lionsgate Films.
ELENCO: Jason Momoa, Rachel Nichols, Stephen Lang, Rose Mcgowan, Ron Perlman y Bob Sapp
DURACIÓN: 112 minutos.
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 13 años.
CINE: Salas Walmart.
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