África se pone de pie frente al invasor.
Sebastián Lindner@sebaslindner
Especial para El Popular. (La crítica no contiene spoilers)
El hombre mono intentará ponerle freno al saqueo de los recursos y cultura del continente africano que la nobleza europea llevó adelante en el siglo XIX con el pretexto de extender la “civilización”
Hasta el momento, de todas las películas que se hicieron sobre el rey de los monos, también conocido como Tarzán, ninguna supera a la que en 1984 se llevara tres premios Oscars a mejor actor de reparto, mejor maquillaje y mejor guión adaptado: “Greystoke: la Leyenda de Tarzán”. Basada en la obra de Edgar Rice Burroughs y con el protagonismo de Christopher Lambert, hace ya tantos años lograron una película impactante y maravillosa sin la ayuda de ningún animal generado por computadora ni efecto CGI en las caras de los personajes.
Con esto no quiero decir que el film dirigido por David Yates (responsable de las últimas películas de la saga de Harry Potter) sea mala ni mucho menos, pero la verdad es que a pesar de ser una muy buena película de aventuras, nos deja con la sensación que podría haber sido mucho mejor si hubiera sido un poco más realista y oscura como aquella de 1984.
De todas maneras la película funciona muy bien. Estamos en el año 1890 y el que de niño fuera criado por gorilas en el medio de una selva africana (Alexander Skarsgård) ahora se llama John Clayton III y vive en la comodidad de un palacio tomando té, como buen hijo de Lords que es. Casado con Jane (Margot Robbie) y sin hijos, ha abandonado su lado salvaje, y un poco se nota que lo extraña. Pero volverá a ser Tarzán cuando sea convocado a una misión de investigación sobre posible trata de esclavos en el continente africano por un tal George Washington Williams (Samuel L. Jackson).
Parece que el rey Leopoldo II de Bélgica se ha propuesto adueñarse del continente y para eso necesita diamantes para formar su ejército. El cruel emisario encargado de llevar adelante el plan se llama Leon Rom (Cristoph Waltz) que convencerá a un jefe tribal llamado Mbonga (Djimon Hounsou) - con tiene viejos rencores con el hijo de África (Tarzán) – que le entregue esos diamantes a cambio de saciar su sed de venganza.
La película funciona perfectamente en los apartados que debe hacerlo para ser una muy buena película de aventuras, esto es: tiene muy buenas escenas de acción, los efectos especiales no poseen ninguna imperfección, el romance está presente y la pequeña cuota de drama también. En cuanto a las actuaciones, tanto Christoph Waltz como Samuel L. Jackson están correctos pero en piloto automático y parecen sacados de una película de Tarantino, en tanto que Alexander Skarsgård pela un lomo increíble y una actuación bastante digna. Pero la que se roba la película, con un personaje muy creíble y divertido al mismo tiempo es la próxima Harley Queen en “Escuadrón Suicida”, la bella australiana llamada Margot Robbie, a quien ya vimos en “El Lobo de Wall Street”. En resumen: aventuras y adrenalina asegurada para la pantalla grande, vaya tranquilo al cine que “La Leyenda de Tarzán” vale totalmente el costo de la entrada.
Peliculómetro: 78%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “The legend of Tarzan” (3D)
GÉNERO: Aventuras / Acción.
PAÍS: Estados Unidos / 2016
DIRECCIÓN: David Yates
ELENCO: Margot Robbie, Samuel L. Jackson, Alexander Skarsgård, Christoph Waltz, John Hurt, Ella Purnell, Djimon Hounsou y Sidney Ralitsoele.
GUIÓN: Stuart Beattie, Craig Brewer, John Collee y Adam Cozad
PRODUCCIÓN: David Barron, Mike Richardson, Jerry Weintraub, Alan Riche y David Yates
DURACIÓN: 110 minutos.
PÁGINA WEB: http://legendoftarzan.com/
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 13 años.
IDIOMA: Versión subtitulada y Doblada al español
CINE: Flix Cinema (Cine Walmart)
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