Como la cerveza, es buena, pero no tiene el sabor de antes.
Sebastián
Lindner
@sebaslindner
Especial
para El Popular. (La
crítica no contiene spoilers)
Un thriller ochentoso basado en la historia real del secuestro del dueño del emporio cervecero más importante del mundo que cuenta con un interesante elenco y un todavía más interesante director, pero que apenas logra convencer a los fanáticos del suspenso.
El
realizador sueco Daniel Alfredson, conocido por sus trabajos en las
dos últimas películas de la adaptación de la trilogía
“Millennium” intenta con relativo éxito zambullirse en el
mercado norteamericano con un nuevo thriller. Otra
película basada en un caso real donde se cuenta la historia de un
secuestro desde el punto de vista de los secuestradores en la década
de los ´80, pero a diferencia de la recientemente estrenada película
argentina “El Clan”, bastante más honesta a la hora de crear los
perfiles de semejantes monstruos, en “El Gran Secuestro de Mr.
Heineken” se intenta justificar el accionar de los secuestradores
todo el tiempo y por momentos incluso, logra generar cierta empatía.
En
una Holanda inmersa en la gran crisis económica de 1983, cinco
amigos que no pueden conseguir un crédito no encuentran mejor manera
de mejorar sus delicadas situaciones económicas que secuestrando a
Alfred Heineken. Sin intenciones de lastimarlo, Sam
Worthington (“Avatar”), Jim Sturgess (“Cloud Atlas”), Ryan
Kwanten (“True Blood”) y los desconocidos Thomas Cocquerel y Mark
van Eeuwen esperan
cobrar un inmenso rescate, liberarlo y continuar con sus vidas
normalmente como si nada hubiese pasado.
Por
supuesto que esto no será tan fácil. El Magnate de la cerveza,
impecablemente interpretado por Anthony Hopkins dice en un momento de
la película: "En el mundo sólo existen dos modos de ser rico:
teniendo mucho dinero o teniendo muchos amigos. Pero nunca los dos"
y esa sentencia se vuelve cierta cuando el dinero tarda en llegar, el
caso se hace cada vez más resonante, la policía comienza a cerrar
el cerco y los amigos secuestradores no saben como hacer para lograr
hacerse con el dinero del rescate.
La
primer media hora de la película nos muestra el plan para realizar
el secuestro, y la cosa se pone interesante de verdad cuando
efectivamente secuestran al Sr. Heineken y a su chofer. Encerrados en
un galpón acondicionado con una pared falsa para que nadie los
descubra, lo mejor que tiene la película son los diálogos entre el
rehén y sus amateurs secuestradores. El rol que juega Hopkins en
este film es fundamental, sin él, la película naufragaría. Sin
asustarse nunca, confiado en que todo se resolverá bien, y mucho
menos nervioso que sus propios captores, el astuto millonario juega
con sus mentes y demuestra que aún encadenado, sigue manteniendo el
poder todo el tiempo.
La
nueva producción de Alfredson es buena, tiene la duración justa de
una hora y media, una cuidada fotografía cuidando todos los detalles
de la época y logra entretener manteniendo la tensión necesaria con
muy pocas escenas de acción. Pero tampoco tiene nada que la haga
sobresalir del resto de las películas de este género, llegando con
lo justo a justificar el precio de la entrada.
Peliculómetro:
65%
FICHA
TÉCNICA:
TÍTULO
ORIGINAL: “Kidnapping
Mr. Heineken”
(2D)
GÉNERO:
Suspenso
/ Thriller / Crimen / Drama
PAÍS:
Holanda – Bélgica – Reino Unido / 2015
DIRECCIÓN:
Daniel
Alfredson
ELENCO:
Anthony
Hopkins, Sam Worthington, Jim Sturgess, Rob Fulle, Mark van Eeuwen,
David Dencik, Yolanthe Cabau, Jemima West, Ryan Kwanten, Patrick
Kearns, Eric Godon, Chelsea Bruland, Gus Rhodes y Thomas Cocquerel.
GUIÓN:
William
Brookfield, basado en el libro de Peter R. de Vries
PRODUCCIÓN:
Judy Cairo, Howard Meltzer y Michael A. Simpson
DURACIÓN:
95 minutos.
PÁGINA
WEB: http://kidnappingmrheinekenmovie.com/
CALIFICACIÓN:
Apta para mayores de 13 años.
IDIOMA:
Inglés - Subtitulada
CINE:
Flix Cinema (Cine Walmart)
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