Músico de todo el mundo.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
Vino
por el encuentro de Teatro y de paso armó una Clínica de Chorinho Brasileño.
Mintcho Garrammone es un músico con mucha historia encima, pero también con
mucho presente.
Terminó
el disco nuevo y está esperando un tema al que Kevin Johansen le puso letra y
cantó para subirlo a la red y lanzarlo, con sello o de manera independiente, no
importa. Hizo la música para un circo que vino de Canadá y está musicalizando
un documental de canal Encuentro, que saldrá a fines de agosto sobre hijos de
desaparecidos, que se llamará “Acá estamos”.
Hace tres años que volvió de Brazil, después de 15 años, y la pregunta
era obvia:
¿Por qué volviste?
Volví
porque tocaba con Ramiro Musotto, el músico bahiense que vivía en Salvador, y
cuando enfermó de un cáncer terminal y finalmente murió, todos mis proyectos
eran con él. Íbamos siempre a Europa mostrando sus discos. Y yo también
aprovechaba siempre esos viajes para hacer mis shows en París y bueno, cuando
él murió me volví para estar cerca de mis viejos y de la familia que me queda.
En las giras que te tocó hacer, te ha tocado
compartir escenario con mucha gente y muchos de ellos muy reconocidos…
Sí,
he tocado con mucha gente y sobre todo cuando uno está haciendo una gira puede
tocar en muchos lugares. Por ejemplo, estuve en Grecia haciendo unos shows con
Ramiro y después me iba a tocar con unos grupos que hacían música cubana y me
escapaba y me quedaba tocando toda la noche. En Hong Kong estuve 40 días en el
2000, fui con una cantante brasilera que se llama Ceumar y un cantante que se
llama Rubí y ahí fue donde presenté mi primer disco porque dije, ya que voy a
China, ya que voy tan lejos… Y terminé vendiendo más CD’s que la cantante que
era la que estaba contratada…
¿Y de todos los lugares donde fuiste te trajiste
algo?, tu música tiene muchas influencias…
Sí,
inclusive me gusta mucho escuchar la música de todo el mundo, soy hijo de
italianos, la música italiana me fascina, y se mezcló toda la tanada con lo
brasilero, con la milonga pampeana de Dolores…
¿Y con la música electrónica también no?
Si,
porque con Ramiro aprendí mucho, siempre tocábamos con una computadora en vivo,
con todas las cosas que él programaba, porque tocaba tantas percusiones que en
vivo era difícil reproducirlas. En total había cuatro percusionistas más todo
lo que sonaba en la compu. Y ahora en el show de mañana vamos a hacer algo
similar, un trío con Agustín Radamo, Gastón DeAlegre y Emanuel Gil que vino de
Buenos Aires, vamos a tocar como un cuarteto pero atrás con algunas cosas de
electrónica que a veces voy disparando con alguna poesía de Cortazar, de
Fernando Pessoa, algunas percusiones de Ramiro Musotto que me siguen
acompañando por suerte, ya que lo sigo teniendo a él presente en mis shows.
¿Cómo viviste el momento de tocar con Cindy Lauper
en el gran Rex?
Esa
fue una de las situaciones más raras que me tocaron, que un día me llamen y me
digan si quería tocar el acordeón con C. Lauper, algo que nunca me imaginé y
fue muy lindo.
¿Cómo ves la nueva posibilidad de llegar a otros
músicos a través de las nuevas tecnologías y de relacionarte con el público de
esa manera?
Me
encanta, si ponés Mintcho en Grooveshark, subí los tres discos para que la
gente escuche. Yo tengo una frase que siempre digo y es: “Música guardada no
sirve para nada” entonces todo lo que tengo lo subo porque hoy en día los
discos no se venden. En cuanto tenga el disco nuevo, lo primero que hago es
subirlo. Eso me parece genial, pero tampoco podés estar encerrado detrás de la
compu todo el día. Muchas veces terminás tocando solo, estudiando solo, y se
pierde el contacto con el otro que es lo más lindo, por eso me gusta armar clínicas,
para conocer a los músicos locales.
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