Con el sello de Sacha Baron Cohen.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
Una opción de humor alternativa que cumple con la
prometida incorrección de Sacha Baron Cohen, manteniendo el espíritu
irreverente de las producciones anteriores, pero tal vez con un poco menos de
brillo, llega “El dictador” a las salas de Walmart
Actor multifacético si los hay, Sacha Baron Cohen
vuelve al estilo que lo hizo famoso y al protagónico (después de un excelente
rol secundario en “Hugo” - 2011) con la disparatada película “El dictador”. Claro
que es imposible olvidar (por haberlos amado u odiado) a sus personajes
anteriores: Borat, un kasajo bruto y atrasado que contrastaba con la modernidad
de Estados Unidos; Ali-G, un rapero blanco que quería ser negro, y Brüno, un
modista gay, clásico exponente de las locas desatadas.
Basado (muy libremente)
en la novela "Sabibah y el Rey", publicada en el año 2000 por alguien que acataba ordenes
directas de Sadam Hussein,
la nueva caricatura de Sacha se llama Hafez Aladeen, el almirante general quien por años se ha mantenido dictatorialmente
en el poder de Wadiya. Cabe aclarar que ese país no existe, pero la producción se
ha tomado el trabajo de que al menos en Internet tenga su presencia. Es muy
interesante después de haber visto la película recorrer el sitio de la tierra
natal de nuestro protagonista (republicofwadiya.com) y ver fotos y videos que
complementan la historia.
Aladeen es un declarado
antisemita quien junto a su “confiable”
consejero y tío Tamir (Sir Ben Kingsley), director de la Policía Secreta, Jefe
de Seguridad y Proxeneta está trabajando secretamente en la creación de
armas nucleares y está impidiendo el comercio de petróleo con Norteamérica
por algo que alguna vez le dijo su padre. Lamentablemente para Aladeen y sus consejeros, las Naciones Unidas
sancionaron repetidamente al país durante la última década, porque el dictador
no permite que un inspector del Consejo de Seguridad ingrese a sus
instalaciones de enriquecimiento de uranio.
Como no les queda otra, una comisión muy grande de
Wadiya, encabezada por Aladeen claro, viaja a Estados Unidos a negociar con las
Naciones Unidas y es en este fatídico viaje que el dictador es traicionado por
su tío, lo intentan asesinar, le cortan la icónica barba y remplazan por un
doble (costumbre arraigada en los dictadores árabes que suelen sufrir muchos
atentados) para que firme una declaración comprometiéndose a instaurar la democracia
y le de vía libre a su tío para negociar con las empresas petroleras. En su
intento por volver a ocupar su lugar Aladeen conocerá el amor en el personaje
de Anna Faris, deberá trabajar en un mercado ecológico y rencontrarse con
exiliados de su tierra.
Por momentos similar a “El gran dictador”, la película en la que el gran Charles Chaplin
caricaturizaba a Hitler y toda la ideología nazi, el film de Larry Charles es una comedia
ofensiva y provocativa, con un humor bastante irreverente y vulgar, para nada convencional
que puede causar rechazo por parte de la mayoría del público que en general
suele estar acostumbrado a otro tipo de comedias, no así para los que ya vimos
“Borat” o “Brüno”.
Resumen en pocas palabras: graciosa y por momentos y repetitiva.
FICHA
TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “The Dictator”
GÉNERO: Comedia
PAÍS: Estados Unidos (2012)
DIRECCIÓN: Larry Charles
PRODUCCIÓN: Four by Two Films
GUIÓN: Sacha Baron Cohen, Alec Berg, David Mandel, Jeff Schaffer
ELENCO: Sacha
Baron Cohen, Anna Faris, Jason Mantzoukas, Ben Kingsley
DURACIÓN: 83 Minutos
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 16 años.
IDIOMA: Inglés.
CINE: Salas Walmart.
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