Una comedia a la italiana pero sin tuco.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
“A Roma con amor” tiene el espíritu de las
comedias italianas y nos pasea por las calles de esta siempre hermosa ciudad
para contarnos las cuatro historias, dos americanas y dos italianas, en las que
Allen intentará nuevamente exorcizar sus miedos permanentes (a la muerte, a la
neurosis, la crisis de pareja, etc.) durante una hora y cuarenta minutos.
El personaje de Alec Baldwin
dice: “Los años traen sabiduría, pero también fatiga” y parece que nuestro
viejo Woody Allen ya no es lo que era. Intenta repetir la fórmula de la gran
película que fue “Medianoche en París” pero le sale mal. La nueva producción
del neoyorkino parece un gran spot publicitario de turismo italiano (algo que
Allen realmente ofrece para conseguir financiación) con toques de comedia
compuesto por cuatro historias que no se cruzan en ningún momento.
La primera historia es una
adaptación o también homenaje de “El jeque blanco” de Fellini, donde una pareja
muy conservadora llega a Roma para visitar a la familia de él que, previa
bendición, le permitirán entrar a los grandes negocios familiares. El entuerto
comienza cuando entra en escena la hermosa Penélope Cruz, una prostituta de alto nivel que termina remplazando a la
esposa que se perdió (y se encontró al mismo tiempo) mientras buscaba una
peluquería.
La segunda historia italiana,
es una fábula sobre la fama y sus efectos en la que Leopoldo (Roberto Benigni),
es un hombre simple y ordinario (en el buen sentido) que no llama la atención
de nadie y cuyas opiniones son, según sus propias palabras, ignoradas por
todos. Hasta que un día, inexplicablemente y sin ningún sentido, los paparazzi
(otro homenaje a Fellini) y los medios de comunicación se interesan por él y
todas las cosas que este hombre simple hacen son objeto de debate nacional.
La primera historia
americana es la de John, un famoso arquitecto norteamericano interpretado por
Alec Baldwin, que también al perderse en la ciudad se encuentra con un joven
que es una metáfora de su propia juventud y los errores que cometió en su
pasado. Y la segunda historia es la protagonizada por Allen, un jubilado que no
quiere retirarse porque le teme a la muerte y al conocer a su consuegro,
encuentra en él y su fantástica voz la posibilidad de volver al ruedo.
Pero, por estar hablando de
Woody Allen, hay cosas que no se le pueden perdonar. Es inentendible que se le
haya escapado a él como director y al montajista después, que al menos en 10
escenas se ve el micrófono sobre las cabezas de los protagonistas. Es también
difícil de perdonar que no hayan contratado la suficiente cantidad de extras, o
al menos los hayan cambiado de ropa para las diferentes escenas, ya que vemos a
los mismos extras ir y venir por las callecitas italianas. Hay errores en la
filmación y en el montaje también. Parece que hicieron la película muy apurados
y con poco dinero, una lástima.
Gracias al gran elenco, los
hermosos paisajes italianos y algún que otro momento de humor incómodo, “A Roma
con amor” se salva del desastre total.
Resumen en pocas palabras: Apenas
salvamos las papas.
FICHA
TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “To
Rome with love”
GÉNERO: Comedia romántica.
PAÍS: Estados Unidos - España - Italia (2012)
DIRECCIÓN: Woody Allen
GUIÓN: Woody
Allen
PRODUCCIÓN: Letty Aronson,
Stephen Tenenbaum
ELENCO: Woody Allen, Penélope Cruz,
Roberto Beningni, Jesse Eisenberg, Elle Page, Greta Gerwig, Alec Baldwin, Judy
Davis, Alessandro Tiberi, Alessandra Mastronardi, Flavio Parenti, Alison Pill.
DURACIÓN: 102 minutos.
CALIFICACIÓN: Apta para todo público.
IDIOMA: Inglés e Italiano (Subtitulado)
CINE: Salas
Walmart.
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