Otra distopía juvenil que llega a su fin.
Sebastián Lindner
@sebaslindner
Especial para El Popular. (La crítica no contiene spoilers)
Punto final, al menos hasta que se les ocurra hacer alguna precuela, para esta saga apocalíptica, basada en un best seller mundial en la que todos los sobrevivientes parecen sacados de un catálogo de modas.
La película arranca muy pero muy bien. Los protagonistas persiguen un tren con prisioneros, entre los que se encuentra Minho (Ki Hong Lee), a bordo de camionetas con mucho hierro oxidado y exageradas ruedas, como si de una nueva adaptación juvenil de Mad Max se tratara. Con esta escena de acción trepidante, excelentemente filmada y con muy poco CGI (o casi nada) comenzaremos a ver la tercera y última parte de la historia distópica de aventuras que arrancó en el 2014 conocida como Maze Runner (El corredor de laberintos).
Toda la película será una loca carrera contra el tiempo para rescatar a Minho de las garras de la organización “CRUEL” que controla lo que queda del mundo devastado por un virus que llamaron “llamarada” (nunca entendí porqué se llama así). El virus en cuestión, que se propaga por aire y vuelve dementes a las personas convirtiéndolas en salvajes asesinos, recordándonos mucho películas como “28 días después” o videojuegos como “The Last of Us”, y esto es lo mejor que tiene “Maze Runner 3”, los pocos momentos en los que aparecen estos “zombies” que no son tales.
Si bien es cierto que esta trilogía no tiene la calidad (en todo sentido) que tuvo “Los juegos del Hambre”, la última película dirigida por Wes Ball, quien estuvo a cargo de las dos entregas anteriores, se encuentra a la altura de la experiencia de la segunda que se llamó “Prueba de Fuego”. La narración sigue siendo ágil y la película es entretenida, quizás las más de dos horas de duración pueden jugar en contra con un espectador que llegue al cine un poco cansado. Tal vez, uno de los problemas que algunos espectadores pueden encontrar en la película es que se toma muchísimo tiempo para resolver un conflicto bastante simple y por momentos puede ser que empecemos a desear que llegue el final.
Por el lado de las actuaciones, ninguno descolla pero tampoco es que hacen malos trabajos, Dylan O’Brien está correcto en el rol principal de Thomas, Kaya Scodelario como la novia traicionera no convence demasiado y Patricia Clarkson como la científica que llevó adelante los experimentos en el laberinto está en piloto automático. Las mejores interpretaciones son las de Aidan Gillen (“LittleFinger” o meñique en “Game Of Thrones”) en el bando de los malos y la de Thomas Brodie-Sangster en el de los buenos.
Hay que reconocer que tres años es mucho tiempo para esperar por la parte final de una trilogía y este factor también puede ser determinante si olvidamos algunas caras o situaciones importantes de la historia. De todas maneras la película se puede ver tranquilamente sin haber visto las dos anteriores ya que se toma el tiempo para volver a explicar lo sucedido.
Con algunas cuestiones originales y otras que evidentemente tuvieron su “inspiración” en otras conocidas historias de ciencia ficción, “El corredor de laberintos” fue en general un producto que aprobó con lo justo pero que podría haber sido algo mucho más interesante si se hubiera esforzado un poco por salir de los lugares comunes.
Peliculómetro: 69%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “Maze Runner: The Death Cure” (3D)
GÉNERO: Aventuras / Ciencia Ficción
PAÍS: Estados Unidos (2018)
DIRECCIÓN: Wes Ball
ELENCO: Dylan O’Brien, Thomas Brodie-Sangster, Kaya Scodelario, Dexter Darden, Nathalie Emmanuel, Giancarlo Esposito, Aidan Gillen, Walton Goggins, Ki Hong Lee y Patricia Clarkson.
GUIÓN: T.S. Nowlin
PRODUCCIÓN: Wyck Godfrey, Ellen Goldsmith-Vein y Lee Stollman.
DURACIÓN: 142 minutos.
PÁGINA WEB: https://www.foxmovies.com/movies/maze-runner-the-death-cure
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 13 años.
IDIOMA: Idioma original (inglés) subtitulado y versión doblada al español
CINE: Flix Cinema (Cine Walmart).
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