Miedo y sobresaltos asegurados.
Sebastián Lindner
@sebaslindner
Especial para El Popular. (La crítica no contiene spoilers)
El género del terror está viviendo un muy buen año, con estrenos que explotan la taquilla y con historias mucho más trabajadas que antes y con personajes más interesantes. Esta precuela no es la excepción e incluso mejora la anterior entrega.
Si hay algo que realmente no entusiasma a nadie a la hora de ir al cine a ver una película de terror, es que la misma se llame Ouija. Si, como la misma tabla que contiene todo el abecedario, los números, las palabras Si, No, Hola y Adiós y supuestamente sirve para comunicarse con los espíritus, de la misma manera que cuando eramos adolescentes practicábamos el famoso “juego de la copa”.
Y digo esto porque ya hemos visto muchas películas con el mismo elemento maldito que les termina complicando, o terminando, la vida a los que se atreven a jugar con él. Pero en este caso la nueva producción del experimentado Mike Flanagan, que funciona como precuela de la no demasiado exitosa película estrenada hace dos años, sorprende con un trabajo muy cuidado de los personajes, de la historia y también de la época, algo que no suele darse mucho en este tipo de producciones.
Esta vez la historia transcurre en la década del sesenta. Alice (Elizabeth Reaser) es una joven viuda que tiene como profesión, ser una medium, o sea una persona que tiene cierta facilidad para comunicarse con los muertos. Pero en realidad se dedica a engañar a sus clientes con la ayuda de sus pequeñas hijas Paulina (Annalise Basso) y Doris (Lulu Wilson) como modo de sostener su delicada economía. Pero la historia oculta de la casa donde viven, relacionada con la magia negra y el oscurantismo le jugará una muy mala pasada cuando un espíritu verdadero y con pocas ganas de jugar a nada, posee a Doris y entonces deberá recurrir a la ayuda de un sacerdote (Henry Thomas) para expulsar al espíritu.
Un dato curioso es que Henry Thomas, quien interpreta al sacerdote, es nada más y nada menos que quien hizo de Elliot en la “E.T” de Spielberg. Otro dato interesante es que en la producción de esta precuela se encuentra la empresa fabricante de juguetes Hasbro que no casualmente es la misma empresa que vende la tabla Ouija por tan sólo 20 dólares en los Estados Unidos (hasta viene una de color rosa para las nenas).
Con muchos puntos a favor y climas que se generan de forma más que satisfactoria, lo mejor que tiene “Ouija: El origen del mal” es la actuación de la pequeña Lulu Wilson. Y ya está más que comprobado que las películas de terror y horror que tienen protagonistas de muy baja edad generan mucha más empatía en los espectadores adultos. Si no me creen, recuerden las escenas de “Sexto Sentido” en la que el pobre Haley Joel Osment veía gente muerta por todos lados y díganme si no se les eriza el vello de la nuca, aunque sea un poquito.
Peliculómetro: 84%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “Ouija: Origin of Evil” (2D)
GÉNERO: Terror / Horror.
PAÍS: Estados Unidos / 2016
DIRECCIÓN: Mike Flanagan.
ELENCO: Henry Thomas, Doug Jones, Elizabeth Reaser, Lin Shaye, Alexis G. Zall, Annalise Basso, Sam Anderson, Ele Keats, Kate Siegel, Parker Mack, Lincoln Melcher, Eve Gordon, Lulu Wilson, Chelsea Gonzalez, Gary Patrick Anderson y Bob Geber.
GUIÓN: Mike Flanagan y Jeff Howard
PRODUCCIÓN: Allspark Pictures / Blumhouse Productions / Hasbro
DURACIÓN: 99 minutos.
PÁGINA WEB: http://ouijamovie.com/
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 16 años.
IDIOMA: versión doblada al español y original subtitulada
CINE: Flix Cinema (Cine Walmart).
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