La velocidad mata la historia.
Sebastián Lindner
@sebaslindner
Especial para El Popular.
El juego de Electronic Arts, “Need
for Speed” llega al cine repleto de cantidad de autos caros a altas velocidades
y el protagónico de Aaron Paul. Con muchas falencias en el guión, pero un gran
trabajo desde lo técnico, la película se queda sin nafta en la mitad de camino.
Los
que pensaron la realización de “Need For Speed” quisieron hacer dinero fácil y
rápido basándose en dos fuertes pilares. Por un lado, los más de 140 millones
de juegos vendidos de la exitosísima franquicia de juegos de carreras creada
por Electronic Arts, con tanto peso, que ni siquiera le cambiaron el nombre a
la película para el mercado hispanoparlante, como suelen hacer con la mayoría
de los títulos en inglés. Los productores se aseguraron de esta manera la
presencia del segmento adolescente, y para llevar a los más grandes, que mejor
que poner a Aaron Paul como protagonista y cara visible en
todos los posters después de su gran papel como Jesee Pinkman en la genial
serie “Breaking Bad”.
El
problema es que “Need for Speed” es sólo un juego de carreras de autos, muy
bueno por cierto, pero sin ninguna línea argumental. Y justamente, es en este
mismo rubro que la película se choca con una pared a 200 km/h. La historia que
sirve como excusa para poner Mustangs, Fords Gran Torino, Chevys Camaro, Pontiacs GTO, Lamborghinis,
Bugattis y McLarens a correr y chocar en calles y rutas norteamericanas es tan
obvia como predecible y eso, en una película de 130 minutos es un problema
grave.
Tobey Marshall (Aaron Paul) es un mecánico y piloto de gran corazón (pero con agujeritos) que
trabaja para saldar las deudas de su padre y evitar que el banco se quede con
su taller. Su archienemigo es Dino Brewster (Dominic Cooper), un arrogante y
malvado piloto de NASCAR quien provoca el accidente que mata a su amigo Pete, y
de paso lo manda a la cárcel al bueno de Tobey por un par de años. Una vez
fuera, la venganza será ganarle en la carrera “Del León” organizada por un
extraño VJ de internet protagonizado por Michael Keaton. Pero para eso deberá
atravesar todo el país acompañado de una rubia (Imogen Poots), no podía ser de otra manera, y perseguido
por la policía y otros malhechores con intenciones de cortarle el paso.
Esa es toda la historia, floja, muy previsible, con
tanta profundidad como un charco en la vereda, del film dirigido por el
desconocido Scott Waugh, muy inferior por cierto a la saga de “Rápido y Furioso”
con la que no se puede evitar la comparación, y que sólo se salva por la
calidad de la filmación y de sus efectos especiales, con mucha menos
computadora y más “live action”. Sin dudas, excesiva en su duración, con media
hora menos hubiera sido más contundente.
Lamentablemente,
poco se hace por concientizar en una película en la que todo se soluciona con
una picada a 180 KM/h por calles y autopistas, provocando destrozos pero sin
herir a nadie. En la vida real, las consecuencias son otras, y lo demuestra la
reciente muerte de Paul Walker, en un auto y contra un poste.
Peliculómetro: 60%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO
ORIGINAL: “Need for Speed”
GÉNERO: Acción.
PAÍS: Estados Unidos - 2014
DIRECCIÓN:
Scott Waugh
ELENCO: Aaron Paul, Dominic Cooper, Imogen Poots, Scott
Mescudi, Rami Malek, Ramón Rodriguez, Harrison Gilbertson y Michael Keaton.
GUIÓN: John Gatins y George Nolfi
PRODUCCIÓN: Shane Black, John Gatins, Patrick
O´Brien y Mark Sourian.
DURACIÓN: 130 minutos.
CALIFICACIÓN: Sólo apta para mayores de 16
años.
PÁGINA WEB: http://www.needforspeed.com/es_ES/movie
IDIOMA: Doblada al castellano.
CINE: Salas Walmart
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