Antes del mito, la transformación.
Sebastián Lindner@sebaslindner
Especial para El Popular. (La crítica no contiene spoilers)
Con un gran elenco, impecable factura técnica y grandes actuaciones se presenta en Olavarría la película que cuenta la historia de una ama de casa con el sueño de cantar y un destino trágico y fantástico al mismo tiempo.
Debo reconocer que inicialmente para mi, sentarme a ver la biopic de Gilda, cantante del género tropical fallecida muy joven cuando comenzaba a triunfar sobre los escenarios, fue como si a un fanático de Metallica se le pidiera ir a ver la película que cuenta la historia de vida de Enrique Iglesias.
Pero al poco tiempo de comenzar a ver la película dirigida y guionada por Lorena Muñoz comencé a engancharme con la historia de Myriam Alejandra Bianchi que por suerte para los que no somos fans de la música tropical no se apoya tanto en los momentos musicales (aunque los tiene) sino en el drama personal de la cantante y todos los escollos que tiene que superar para lograr cumplir su sueño: cantar. Y como suele suceder con estos artistas que son tan populares, aún los que nunca escuchamos un disco entero, terminamos conociendo todas las canciones.
La película es un claro tributo a la figura de Gilda, que según dicen, costó mucho poder hacer por la negativa inicial de los familiares, pero finalmente demuestra estar hecha con un nivel de profesionalismo pocas veces visto en el cine argentino y nunca antes visto en el genero de las biopics.
Todos sabemos que Gilda murió en un accidente vial, cuando viajaba en un colectivo con sus músicos y familia en el medio de una gira. Y la película arranca con una secuencia del ataúd dentro del coche fúnebre siendo transportado hasta el cementerio y termina con el propio accidente que le quita la vida y trunca lo que podría haber sido tal vez una carrera incomparable para la música argentina. En el medio, durante casi dos horas veremos como Myriam se transforma en Gilda, deja su trabajo de maestra jardinera para volver a sentir pasión por la música (que compartía con su padre), mientras su marido y su propia madre hacen todo lo posible para evitarlo.
“Gilda: No me arrepiento de este amor” tiene muchísimos méritos técnicos: un sonido envidiable y una banda sonora cantada por la Oreiro que hasta mejora en calidad los temas originales, una puesta en escena muy cuidada y pensada para cada uno de los cuadros, un montaje impecable y un guión que no aburre nunca y genera mucha empatía por los personajes principales y aún por los secundarios.
Las actuaciones son muy buenas todas, Roly Serrano en el papel del manager mafioso, Lautaro Delgado como el marido que no puede soportar darse cuenta que pierde a su mujer, Angela Torres (la hija de Diego Torres) como una jovencita Gilda y Javier Drolas como Toti Giménez, el músico que la descubre, se convierte en su socio para terminar enamorándose. Pero sin dudas, todos los aplausos son para Natalia Oreiro, que logra meterse tanto en el personaje, su pasión y sus sueños, que por momentos creemos que es realmente ella, Myriam y Gilda.
Dato Extra: El que también tiene una pequeña participación, a la que hay que estar muy atento para no perdérsela es Ricardo Mollo, marido de Natalia Oreiro y cantante de Divididos, banda que próximamente se presentará en Olavarría.
Peliculómetro: 88%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “Gilda – No me arrepiento de este amor” (2D)
GÉNERO: Biopic / Drama / Musical
PAÍS: Argentina - Uruguay / 2016
DIRECCIÓN: Lorena Muñoz
ELENCO: Natalia Oreiro, Lautaro Delgado, Javier Drolas, Susana Pampín, Roly Serrano, Daniel Melingo, Daniel Valenzuela, Vanesa Weinberg y Angela Torres
GUIÓN: Lorena Muñoz y Tamara Viñes.
PRODUCCIÓN: Pablo Atkins
DURACIÓN: 118 minutos.
PÁGINA WEB: No posee.
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 13 años.
IDIOMA: versión en idioma original (español).
CINE: Flix Cinema (Cine Walmart).
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