Es mejor volver a la simpleza original.
Sebastián Lindner
@sebaslindner
Especial para El Popular. (La crítica no contiene spoilers)
A pesar de no ser una precuela casi funciona como una y es muy interesante ver a como un Jack Sparrow con 15 o 16 años de edad (generado por computadora claro) se convierte en capitán de un barco pirata.
En el 2003 Disney rompió todo con “La Maldición del perla Negra”, la primera de una serie de películas que todos recordamos como la primera de Piratas del Caribe y que narra las aventuras y desventuras de un gracioso pirata llamado Jack Sparrow. Tres años después continuó con “El cofre del hombre muerto” y, tan sólo con un año de diferencia se estrenó “En el fin del mundo”. Estas tres primeras películas fueron todas dirigidas por Gore Verbinsky y se podría decir que desde la primer gran película la saga cayó en un claro declive creativo aunque no así en la taquilla que le siguió respondiendo muy bien al pirata Sparrow.
En el 2011 parecía que se había aniquilado la franquicia de forma definitiva con una larga y aburrida película dirigida por Rob Marshall que se llamó “En mareas misteriosas” pero 6 años después, habiendo corrido mucha agua debajo de la quilla, Disney intenta resucitar la saga con dos noruegos en la dirección, Joachim Rønning y Espen Sandberg, Jerry Bruckheimer como el eterno productor y con una historia que vuelve a los inicios: con el Perla Negra navegando el océano, sin tanto monstruo gigante o seriedad, mucho más slapstick y el espíritu siempre socarrón del personaje interpretado por Depp.
La historia de esta quinta entrega de Piratas del Caribe es bastante simple, y en esa simpleza yace su efectividad. El joven Henry Turner (Brenton Thwaites) quiere liberar a su padre Will (Orlando Bloom) de la maldición que lo obliga a pasar la eternidad navegando el mar en el “Holandés Errante”. Pronto descubrirá que la única manera de hacerlo es usando el tridente de Poseidón, capaz de destruir todas las maldiciones marítimas, y para encontrarlo contará con la ayuda de una mujer de ciencia, o bruja, que en la época era lo mismo, llamada Karina Smith (Kaya Escadelario).
Claro que rápidamente deberá aliarse con el pirata Jack Sparrow (Johnny Depp - Por favor dejen de pronunciar “dip”) quien al mismo tiempo deberá hacer todo lo posible por escapar de la venganza del tenebroso Capitán Salazar (Javier Bardem), aunque para eso deba ser ayudado por el mismísimo capitán Barbossa (Geoffrey Rush).
En esta película el 3D es un elemento más y aunque no sobresale mucho ni hay momentos para el recuerdo, está correctamente utilizado. Los efectos son muy buenos, especialmente los clásicos ya que en el CGI no hay nada nuevo bajo el sol, y son escenas logradísimas las del robo al banco, así como el escape de la guillotina. Si esta es la manera en la que Disney da por terminada la saga de “Piratas del Caribe” debemos decir que lo hizo con mucha dignidad y si es un pie para una próxima, esperemos que continúen por este mismo camino.
Peliculómetro: 73%
FICHA TÉCNICA:
TÍTULO ORIGINAL: “Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales” (3D)
GÉNERO: Aventuras.
PAÍS: Estados Unidos / 2017
DIRECCIÓN: Joachim Rønning y Espen Sandberg
ELENCO: Johnny Depp, Javier Bardem, Geoffrey Rush, Kaya Scodelario, Brenton Thwaites, Kevin McNally, Golshifteh Farahani, David Wenham, Orlando Bloom, Keira Knightley, Stephen Graham y Martin Klebba.
GUIÓN: Jeff Nathanson.
PRODUCCIÓN: Jerry Bruckheimer
DURACIÓN: 129 minutos.
PÁGINA WEB: http://pirates.disney.com/
CALIFICACIÓN: Apta para mayores de 13 años.
IDIOMA: versión en idioma original subtitulada y versión doblada al español
CINE: Flix Cinema (Cine Walmart).
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