Sangre nueva.
Sebastián Lindner
sebastianelpopular@gmail.com
Especial para El Popular.
Después de una larga espera,
los colmillos vuelven a asomarse. Volvió “True Blood” con su quinta temporada
para deleite de los amantes de las series de calidad, esas que siempre te dejan
con sed de un poco más.
Vuelven los vampiros a HBO, uno de los canales que
más invierte (y se nota) en la producción y realización de series y unitarios
para TV. Pero los chupasangres de “True Blood” (Sangre verdadera) no son sólo
adolescentes, no van a la escuela secundaria, ni tienen costumbres “metrosexuales”
y mucho menos brillan al sol. Los personajes creados por el director Allan Ball
(basados en las 12 novelas “Southern vampire” de la escritora Charlaine Harris)
son oscuros, sucios, llenos de vicios, más sexuales que sensuales, y no dudan
ni un segundo en desgarrar una garganta para satisfacer su hambre.
La serie se estrenó el 7 de septiembre de 2008 con
un primer episodio al que no le fue tan bien como se esperaba, pero remontó de
manera increíble a partir del segundo episodio hasta llegar a convertirse en el
tercer éxito de la cadena, después de “Los Soprano” y “Sex and the City”. Hace
un par de semanas estrenó en Argentina su quinta temporada en simultáneo con
EE.UU nuevamente con un éxito de público sorprendente y lo hizo prometiendo
mucha más intriga, sangre, y sexo que las anteriores. Un dato importante es que
cada temporada está basada en un libro y como sabemos que al momento hay 12
libros (si, ¡doce!) podemos estar tranquilos de la continuidad.
El argumento se desarrolla en un pueblito de
Luisiana (ficticio) que se llama Bon Temps. Allí vive y trabaja el principal
personaje de la serie: Sookie Stackhouse (la canadiense Anna Paquin), una
camarera con poderes telepáticos de la que se enamoran dos vampiros: Bill
Compton (el británico Stephen Moyer) primero y Eric Northman (el sueco Alexander
Skarsgård) después. Porque en este mundo ficticio que nos propone la autora,
los vampiros han “salido del ataúd” (eufemismo de salir del closet) y conviven
más o menos pacíficamente con los humanos gracias a la invención de una sangre
sintética que se vende embotellada en bares, kioscos y supermercados, llamada
precisamente “True Blood”.
La serie está plagada de interesantísimos personajes
secundarios, Jason (el hermano), Tara (la mejor amiga), Sam Merlotte (dueño de
la cantina donde trabaja Sookie), Lafayette (primo de Tara y amigo) y muchos
más con complicadas e importantes historias personales. Y dentro de “True
Blood”, el universo fantástico no se acota con los vampiros, ya que a medida
que avanzan los capítulos, nos encontramos con Hombres lobos, shapeshifters
(personas capaces de transformarse en cualquier ser vivo), hadas, ménades y
brujas.
Tal vez una de las cuestiones más interesantes es
que los vampiros se encuentran en el lugar de una minoría que lucha por sus
derechos, en una constante analogía con los movimientos de LGTB y con reminiscencias
a la lucha por los derechos civiles. Hay casamientos mixtos (vampiros y
humanos), vampiros gays y por supuesto organizaciones que se oponen a los
“colmillos” de funcionamiento muy similar al Ku Klux Klan.
Resumen en pocas palabras: Recomendadísima. Si no
vio las temporadas anteriores, busque y póngase al día.
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